El resultado, un libreto que se tituló Historias máximas en relatos mínimos, que además tuvo también como objetivo el apoyo solidario a una ONGD, Jóvenes por el Tercer Mundo, a través de su venta.
Nos empeñamos en que nuestros alumnos conozcan y amen la literatura, les enseñamos los textos clásicos, los más grandes autores, las obras más reconocidas, las que han marcado generación tras generación… Y sin embargo, parece que a veces lo que conseguimos es el efecto contrario, que el alumno se aleje y vea la lectura como algo tedioso y aburrido.
Quizá deberíamos dar las materias del revés, quizá deberíamos empezar por Andy Warhol para llegar a Velásquez, por Bob Dylan para llegar a Mozart o por J.D. Salinger para acabar leyendo La Celestina. Quizá primero haya que crear un lector y luego preocuparse de recomendarle las lecturas.
Del mismo modo, tendemos a pensar que un escritor llega a la escritura desde la lectura. Puede que recorrer el camino inverso tampoco sea algo equivocado. Llegar a la lectura desde la escritura quizá sea un sendero mucho más natural de lo que parece a priori. A fin de cuentas, todo adolescente tiene la necesidad de expresar sus sentimientos en un papel en blanco.
Para poner el colofón a esta segunda temporada Anaqueles Ocultos, Historias máximas en relatos mínimos. Ell@s tienen la palabra.
Todos los martes en www.literalia.tv
Disfrútalo en el siguiente enlace.
Anaqueles Ocultos. Capítulo 12. Historias máxima en relatos mínimos
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